lunes, 3 de octubre de 2016

Ensayo de Chucky de Ipola



De cara a su presentación en La Trastienda el 8 de octubre, Expresión de Barrio estuvo en el ensayo de Chucky de Ipola, ex tecladista de Los Piojos y Ciro, entre otras numerosas bandas. Pasá y mirá el video y fotos! (pero tranqui que habrá más).

lunes, 26 de septiembre de 2016


El tecladista Miguel Chucky de Ipola, que supo subirse a escenarios y grabar discos con Los Piojos y Ciro y Los Persas, además de participar en numerosas bandas del rock nacional, te invita a visitar Expresión.




En unos días nota con él en pleno proceso de ensayo para el 8 de octubre, que se presenta en la Trastienda.

lunes, 12 de septiembre de 2016


Segunda parte de la riquísima charla que compartimos con Silvio Squillari, quien pensó, diseñó y dio vida al logo que acompaña hasta el día de hoy el nombre de Los Piojos.



En esta parte de la entrevista nos cuenta detalles sobre la vida del grupo y nos regala sus sensaciones sobre la separación del mismo. Además, lo que dejó esta banda ícono del rock argentino y... ¿es posible una vuelta? También una sorpresa al final. Disfruten!

miércoles, 17 de agosto de 2016

♫♫ La historia de un ícono ♫♫



Tuvimos la oportunidad de conversar con Silvio Squillari, creador del logo que identificó y siempre representará al histórico grupo de rock nacional Los Piojos. En esta nota disfrutá del video con la primera parte de la charla mantenida con él, donde nos cuenta detalles de la vida del grupo, así como la historia de un logo que ya es ícono.

viernes, 19 de febrero de 2016

No fue penal, juez

Ella se despierta, se levanta y, una vez preparada, sale a la calle. Pasan las cuadras y la gente la mira, pero no la conoce. Nadie la saluda, pasa desapercibida como cualquier otra persona. Sin embargo, paradójicamente, ella es una de las personas más reconocidas y nombradas en todo el país, principalmente los fines de  semana. Ella tiene un hijo, al cual no se le ocurrió mejor idea que dedicarse a ser árbitro. Y ella, que prefiere quedarse en su casa cuando su hijo dirige, para evitar inconvenientes, ve el partido desde la tele, aplaude cada pitazo de “el mejor árbitro” y escucha los miles de saludos que, durante 90 minutos, le dedican todos. Sí, locales y visitantes, los de camiseta verde, marrón, azul y roja o roja y blanca cantan por ella, la recuerdan, la nombran con las manos elevadas al cielo, mirando con cara de bronca al árbitro, con ganas de comérselo crudo. Y cuando el hijo llega a la casa, cansado, insultado, satisfecho de haber hecho un buen trabajo o arrepentido del error grosero que cometió, la madre lo abraza, lo felicita por su trabajo y le dice que está orgullosa. Lo cual es verdad. Pero al mismo tiempo, cuando se acuesta mira al techo y en voz baja se pregunta, se cuestiona, busca una explicación: “¿por qué habrá elegido hacerse árbitro?”.

martes, 5 de enero de 2016

Voldemort


-Lo rindo. Tengo fé. Si no se me va  a juntar con el otro final y es para quilombo.  Además ¿qué pierdo si lo rindo mal? Si todos lo rinden mal.
Tras copiar ese mensaje en más de cinco conversaciones por Whatsapp, dos por Facebook y repetírselo a su familia y a sí mismo durante días, el joven había tomado la decisión.  Con la cursada terminada hace semanas y la fecha de examen inminente, la posibilidad de no rendir lo perseguía en sus sueños, en sus silencios. Los rumores, los consejos, no eran alentadores:
“Todos la rinden mal en la primera fecha”, “¿Estás loco? Si la rendís ahora se te van a cagar de risa”, “¿Te vas a presentar a dos de las materias más importantes de la carrera con una semana de diferencia?”

martes, 15 de diciembre de 2015

Rey de copas


Las calles de San Rafael son así. En ese pueblo de Mendoza que no excede por mucho los 100 mil habitantes pueden juntarse todos en un puñado de cuadras, mientras otras se muestran desiertas y silenciosas ante el calor del sol o la luz de la luna. Así es, incluso, en verano, en plenas vacaciones y con el movimiento turístico en su máxima expresión. Es en esos momentos donde el pueblo se viste de gala y se abre de par en par a cada visitante que llega de cerca o de lejos, solo o, generalmente, en familia. Y entre las sorpresas y los regalos que presenta la tierra sanrafaelina, se encuentra la conocida feria, pequeña pero punto obligado para alguna o algunas noches que se pasen allí. Puestito tras puestito, se pueden ir encontrando mil maravillas, desde objetos que resultan útiles hasta otros que simplemente están para generar una notoria y sonora exclamación. Como la que provoca ese señor, de asistencia perfecta en la feria, noche tras noche presente para deleitar al público que se empieza a reunir a su alrededor. ¿Pero qué genera esto? ¿Acaso se trata de un hombre buen mozo, amable, delicado, un “Don Juan”? ¿Físico de atleta, alto grado de carisma? Nada de eso. De hecho se trata de un hombre muy subido de peso, de pocas palabras, tímido, serio, aunque no por eso menos simpático cuando se lo propone y, principalmente, educado. Sin embargo, su nerviosismo suele pasarle factura y le hace malas jugadas, no pudiendo sacar todo lo bueno que guarda dentro.