lunes, 30 de noviembre de 2015

¡Hacelo cobra!


Una semana entera planeando el partido”. En el fútbol amateur(lease fulbo) esta frase no tiene el mismo significado que en el profesionalismo. Las reuniones técnico-jugadores se trasladan de los inmensos predios de los clubes más importantes a las pequeñas pantallas de celulares, a los grupos de WhatsApp, a toda red social que se pueda. Algún (des)afortunado vecino del técnico recibe indicaciones cara a cara y necesariamente  a los gritos. Abundan los videos de goles imposibles logrados por las estrellas más luminosas. Las espaldas golpean contra la tierra seca tras repetidos intentos de las acrobacias y piruetas más disparatadas. A veces, los pechos resbalan en los festejos de gol ante lluvias torrenciales y tribunas vacías. Los botines se pegan con todo tipo de cintas para aguantar un partido más, o dos, o tres si se repite el tratamiento.

jueves, 26 de noviembre de 2015

Extranjero en tierra vecina


Fecha 14 del torneo, se acerca el día que enfrentará al Globo con Atlético Rafaela y la información se confirma: el club de Parque Patricios es sancionado con tres fechas a jugar a puertas cerradas por incidentes provocados la fecha anterior. ¿Será posible?, primer pensamiento que bordea mi mente, junto a un golpe de puño contra la superficie más cercana descargando la desazón de la oportunidad que se cae. El desafío de ir al estadio rival se derrumba sin haber comenzado. Sin embargo, por mucho que intente pensar alternativas, otro tema, parece indefectible que tengo que cruzar la vereda, que tengo que pisar y caminar el barrio. Pero no el mío, no. No es mi pedacito de ciudad y de mundo, las calles cercanas a mi casa por donde nace cada día un mural con el rojo y azul brillando, con alguna gloria del Ciclón sonriendo, con la hinchada que cada fin de semana llena las tribunas del Nuevo Gasómetro pintada sobre una pared. No. Es otro lugar, es otro barrio, tan cerca pero tan lejos. Tan vecino pero tan opuesto. Donde pasé años trabajando, casi de local, pero siendo siempre visitante, casi un extranjero. Donde se que hay algo que necesito que exista, pero que no es para mí, no gracias. Si no puedo ir al estadio, entonces voy a la casa del club, allí mismo en Parque Patricios, al lugar desde donde nace todo lo que lo rodea y lo conforma, el único lugar donde la H no es muda sino que se grita bien fuerte: la sede del Club Atlético Huracán.

martes, 24 de noviembre de 2015